lunes, 28 de febrero de 2011

El examen del fin del mundo, la revancha.

-"Hide yo' kids, hide yo' wife, and hide yo' husband! Cuz' they're failin' everybody out there."
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Y sí nos terminaron dando otra oportunidad, la pregunta es: ¿Acaso volverá Sandra a fallar épicamente? ¿Cristina tendrá otra crisis? ¿Tendremos el tiempo suficiente para responder y no morir en el intento?

¿A alguien de verdad le interesa esto?
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Hoy tuvimos el recuperativo de trigonometría (ni loca me quedaba con la nota que había sacado) y me sorprendió la naturalidad con la que me salieron las respuestas.
No voy a decir que fue pan comido, más que todo porque el papel no es pan (hurr durr), pero tampoco voy a decir que fue el examen del fin del mundo... y en el caso en que lo haya sido... autoestima elevada en un cuarenta y siete por ciento. Pero seguro que ahora voy y repruebo... mierda. En mi defensa diré que Joaquín me revisó eso y lo comparó con otro examen y las respuestas estaban correctas.

Por lo anteriormente dicho, y porque esta vez sí estudie... un cinco por ciento más que la vez anterior (tomando en cuenta que había olvidado que había recuperativo), no logro entender por qué en los nueve cielos, siete avernos y  la casa del vago de la esquina hubo gente que no sabía qué hacer.

Como Cristina y Moira durante en examen. OJO, en defensa de Cristinita (para no matarla en esta entrada) diré que no sufrió una crisis... muy grave, porque todavía la oí rezando, aunque mis oídos agradecen la falta de chillidos y ¡por fin! la tía estaba respondiendo los ejercicios de una manera que se puede considerar inteligente. En el otro extremo, Moira se me puso a llorar encima, lo cual me dejó mal parada ya que ella había estudiado MUCHO más que yo, claro está que yo no estudié nada.

¡Y no me hagáis empezar con el problema de las "chuletas"! Ella tenía la guía que trigonometría afuera con todas las fórmulas habidas y por haber escritas en grande en la parte de atrás de cada hoja. Yo le dije que eso se vería demasiado y que Joaquín de iba a dar cuenta, Moira me manda a comer mierda y deja la guía allí, lista para usar. Quince minutos después Joaquín le arrebata la hoja y se la queda.

Lo admito, mi guía también tenía todas, pero todas las fórmulas y demostraciones, pero escritas en espacios disimulados y con mi hermosa letra ilegible (¿por qué creéis que mi letra es imposible de leer?). Además, estaba dentro de mi mochila, donde ni Joaquín (ni yo) podría verla. Así que básicamente no fue trampa... ¡pero el punto es que estaban ahí!

Ahora, el LOL (porque siempre hay un momento así durante toda evaluación) se lo lleva Eliza, quien se había fajado, había sudado la gota gorda, para que al momento de entregar Joaquín le diga que ese ejercicio, el primero, en el que había dejado el alma, estaba malo porque había calculado lo que no era... Todo cinco minutos antes de que se acabara el tiempo.

Sí, la chica lo corrige (creo, la verdad, y lo sabes, Eliza, es que no me interesa, yo me reí, me carcajeé y me regodeé) y todo miel sobre hojuelas, pero eso no evitó que llevara el momento a Internet. Todos juntos, por favor:

-"¡DURP!" (*o como sea que sea*).

Ah, ahora sí creo que el orden de la vida ha sido reestablecido a su posición natural (léase: yo igual genio, los demás igual escoria). ¡Es broma!

Pero va en serio...

sábado, 26 de febrero de 2011

A Disney Rant. You know you were waiting for this.

"-¡Atención! Más abajo pueden haber Spoilers de varias películas de Disney."

Lo siguiente es la opinión de una loca sin nada mejor que hacer a las dos de la mañana. Su opinión, lector o lectora, puede no ser la misma y, por ende, espero que como mínimo se guarde los insultos y se los meta en el bolsillo.
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Si tuviera que escoger entre Dreamworks y Disney, yo grito Dreamworks sin pensarlo.

-"No eres tú, Disney, soy yo... no, esta vez sí eres tú."

No logra entrarme en la cabeza cómo es que Disney, siendo tan aclamado, teniendo contratos con Ghibli, teniendo tan buenos actores y siendo simplemente magníficos en animaciones, saca películas tan malas con actores aún peores. No, no me entra.

"Esas películas malas" son casi todas las películas "Live-action" (a falta de una palabra mejor), es decir, protagonizada y actuada por, válgame la redundancia, actores reales. Como High School Musical, Camp Rock, El Príncipe de Persia, El Aprendiz de Brujo, Wendi Wu, 16 Deseos...

Yo sé que a todos les gusta HSM y Camp Rock, y yo admito que la música es pegajosa (hasta ahí). Pero la trama es, igual que con muchas otras, risible a la décima potencia.

¿Qué el jugador estrella del equipo no puede salir con la ñoña que acaban de transferir de la cual se enamoró en vacaciones y tampoco puede cantar como un marico de arriba para abajo? Imaginemos que la película estuviese situada en Venezuela (y que los colegios aquí fueraa meramente parecidos):

Primero, el Troy de turno, al que llamaremos Deivis (casi que Glutamato Monosódico) para hacerlo más creíble, no iría a ninguna fiesta de año nuevo por ahí, se quedaría o bebiendo con la familia o bebiendo con lo amigos o bebiendo con el cacho. Y luego muere por manejar ebrio. FIN.

Tal vez no fue tan buena idea después de todo... Lo que quiero decir es, ¿en qué le afecta salir con la ñoña? ¿no sería mejor para todos? Digo, la mujer podría explicarles a esos cerebro de gorila un poco de química y todos felices porque salieron bien. También me quejo porque se cree que ser deportista = idiota.

Y esto va para todas las películas: ¿De dónde sacan esos clichés que insultan el (no tan) buen nombre de los clichés? Deportista popular idiota, Hija de papi millonaria popular que todo aman/odian, sirviente de la hija de papi millonaria popular, el nerd/nerda que es un cero a la izquierda, el profesor cool, el profesor malo malvado que va a destruir el mundo...

Sí, hay profesores que todos adoran y otros que todos odian, lo normal. Pero es que en esas películas sólo existen esos dos y nadie más. También está el director pero... autoridad cero.

Un amigo se fue a vivir a EEUU (al igual que otros) y mantengo contacto con él, y me dice que él no ha visto nada de nada con respecto a lo anterior, que todos son perfectamente normales y, si bien tienen su "coñazo" de vez en vez, no hay tanta diferencia. Y que también ha visto otras escuelas donde las cosas van muy parecidas al colegio donde estudio (lo cual no sé si sea algo bueno o malo).

Ahora, seguro que alguien me va a decir que esas cosas son para que uno se sienta identificado con el personaje. Veamos, ¿quién se identificó con Gabriella, Sharpay (ésta es de Venezuela), la negra que no recuerdo como se llama o la que tocaba el piano? Sí, todas nos hemos sentido como la que toca el piano alguna vez, pero para eso tenemos familia que nos da una cachetada, nos dice "¡Andá a culia'!" y todos felices... tal vez no tanto.

O, para los varones, levante la mano el que quiera ser la super estrella del equipo a quien la loca millonaria se quiere coger... no levanten la mano antes de imaginarse cómo serían sus hijos... vale, vale, también tendrían suegros que los quisieran... Mierda. Ahora yo quiero ser Troy. Digo, me casaría con alguien rico y los suegros me amarían, más bien una persona que no quiera eso está mal.

Cambiando de tema.

¿Quién quiere ser la afortunada en tener un novio súper estrella? Camp Rock y Strastruck. La música de Camp Rock no es mala, ajá, pero ¿no se ha cansado nadie de ver que la cero a la izquierda sea la que se lleve toda la atención? Digo, ¿no puede ser alguien realmente normal? y cómo no, la rubia rica de turno pierde. Ni me voy a molestar con ésta película. Y mucho menos con la segunda, Starstruck, porque si no es el cero a la izquierda, es la única tipa a la que no le gusta dicha estrella.

No me gustan ni Justin Bieber ni Kesha, ¿significa eso que alguno de los dos va a venir a mí, escondiéndose de los paparazzi, y me va a pedir matrimonio? Si me disculpan, voy a suicidarme antes de que eso pase. Porque hay una muy buena, realista y lógica razón para que la gente famosa salga con gente famosa: porque una persona normal no podría seguir con su estilo de vida siendo acosado por los paparazzi sólo por ser la pareja de alguien más.

Ahora, yo quería llegar aquí: El Príncipe de Persia...

¡¿Por qué, Disney, por qué me torturas así?!

¿Dónde está el Príncipe? ¿Por qué el Príncipe tiene nombre? ¿Dónde está en negrote malote/buenote que quiere apoderarse de su mente (no he jugado en un buen tiempo)? ¿Dónde está la sangre? ¿Dónde está mi trama complicada de redención/traición/alguna verga que termine en "ción"? ¿Por qué hacen esas transiciones tan fuera de lugar (a mí me parecía bien falsas y malas)? ¿Por qué no manda a la tipa a tomar por culo y sigue sólo? En los juegos funcionaba... más que todo porque no eran juegos para niños. Creo que mi copia que dice M+ lo aclara bien... muy bien.

Y llega Disney haciendo una película para coñitos haciéndole publicidad a un juego que sus padres NO les van a comprar. La otra vez vi a un niño llorando a mares porque sus padres no le querían comprar esos juegos.

En resumen, la primera vez que vi la película me dormí. Y la segunda fue bostezo tras bostezo. Y los juegos SON arrechos que jode.

¡Es el turno de TRON! ¡YAY!

No me gustó Tron. FIN.

Es broma. Voy a dejar a Tron (en 3D) pendiente, porque las películas en 3D aquí se ven como mierda y los lentes son muy incómodos, así que sólo voy a centrarme en los aspectos de la historia.

El héroe es un disque antihéroe que termina haciendo las cosas bien hecha de una manera bien hecha (se lo paso porque no hay otra mejor), la tipa es ladilla: buena actriz, mal papel (se lo paso porque ni es una damisela en peligro ni una loca que le va dando golpes al protagonista... pero parece una copia de El Quinto Elemento)... Lo (más o menos) bueno: el villano creía estar haciendo algo bueno y el tipo del pub, ése, el de blanco, fue lo máximo, por mucho fue el mejor personaje de la película: gracioso, rata, inteligente y un cabrón... ¿y qué hace Disney? Lo mata... y al villano también.

Y es aquí donde vuelvo a preguntarme:

¿Por qué si Disney ha creado El Rey León, Toy Story, La Sirenita, La Bella y la Bestia, Wall-E, Up, La princesa y el sapo, Enredados... viene y saca esas cosas?

Dejando de lado que el Rey León fue un semi-plagio descarado Kimba, el león blanco, que ninguna de las princesas de Disney sea originalmente de Disney, que La princesa y el sapo sea una de las mayores hipocresías de la historia (todo, pero todo el equipo era blanco, incluso el que limpiaba retretes)... Mejor me callo.

Pero, vamos, ¿a quién le importa? ¿A Disney? ¡Sí, claro! Ellos están haciendo dinero por montones, así que mientras el billete llegue en grande, la opinión pública (o al menos toda aquella que no sean ovaciones) queda corta.

jueves, 24 de febrero de 2011

La amiguis bruta: dos por uno.

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Maldita sea, he perdido la cuenta de cuantos episodios tiene "La amiguis bruta"... como que la voy a sacar para televisión... ¡Me haré millonaria! O tal vez no, digo, ¿quién en su sano juicio quisiera ver un programa sobre una "amiguis" que encima es bruta que jode? ¿Quién?
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Los libros de Historia del Arte se agotaron a nivel nacional, internacional, lo que sea, y sólo contadas personas tienen uno en su poder, por lo que tenemos que juntarnos en grupo para tener la materia completa. Para que todos podamos copiar, uno tiene que dictar (luego se le prestará un cuaderno para que copie).

No hay nada más ladilla que estar en medio de un dictado.Y mucho menos algo más ladilla que alguien obstruyendo la vía al fin del distado, es decir, un o una ladilla que no tenga nada mejor que hacer que interrumpir cada cinco minutos para decir cualquier idiotez.

En la clase que tuvimos hoy, yo tuve, por culpa de mi querida profesora de arte (quien me quiere tanto como yo a ella), que juntarme en el mismo grupo que Cristina. Para hacer la cosa corta porque yo sé que no quieren veinte testamentos de Cristinita y su interesantísima vida, les voy a dejar la cosa así:

(Primeros cinco minutos).
Cristina: Ay, ya va, chama, más despacio...

(Dos minutos después).
Cristina: Helenístico se escribe con... ¿jota?

(Un minuto después).
Cristina: Es jópico o ¿jósique?

(Cuarenta y tres segundos después)
Cristina: ¡Ay, chama, qué hambre tengo!

(Dos segundos después).
Cristina: Ya va, ya va, que mi papi me está hablando por el bebe.

(Un... ¿para qué me molesto?).
Cristina: ¡Más lentooo! ¡Que me estoy acomodando el pelooo!

(La unidad de tiempo que debería ir aquí es tan pequeña que nanosegundo queda como en gigante de Jack y los frijoles mágicos).
Cristina: Chama... ¿sabes qué? Tengo hambre (*repetir frase otras cinco veces después de eso*).

La mandamos a tomar por culo, pero ella sólo se rió, dijo: ¡Ay, qué malitas son conmigo! luego nos mencionó el hambre que tenía, de nuevo, y se puso a mirar su reflejo en el teléfono antes de pedir que fuésemos más lento para que ella copiara.

En otras noticias...

¡A Cristina le salió su primer grano! ¡Es el fin del mundo tal y como lo conocemos! ¡NOOOOOOO!

...

Y más "¡NOOOOOO!" for the lulz.

Mientras estábamos en deporte (y no, no me escapé esta vez), nuestra BFF llega con algo blanco al lado de la nariz; luego de preguntar qué era me respondí antes de que Cristina dijese algo que era un moco, No-sé-quién mencionó que era una de esas cortadas que le salen a los hombres si no se rasuran la cara con cuidado (la mujeres no se rasuran la cara, nos echamos cera hirviente encima y nos la arrancamos de un jalón, no joda).

Entre tantas teorías, Cristina chilla algo que entendí más o menos como una crema cicatrizante o algo así (el chillido me dejó sorda de bolas, de nuevo). Otra ola de preguntas llega al cuestionar qué era lo que se estaba cicatrizando.

Y, redoble de tambores, por favor, Cristina nos revela el horror, el terror, aquello que nos marca la cercanía con el fin del mundo y la dominación mundial por parte de los Teletubies...

Cristina: No me lo van a creer... ¡Es horrible! ¡¡¡ME SALIO UN GRANOOOOO!!!

(Eco en la lejanía: ¡GRANOOO! ¡GRANOOO! ¡Granooo! ¡Grano! Grano... grano... no...)

Luego de recuperar la capacidad auditiva, la gente que estaba cerca y yo nos miramos. Sí, todos nos sorprendemos un poco con el primer grano, así como con todas o la mayoría de las primeras veces (no me refiero a "esa" primera vez, por ahora dejémosla de lado), pero... Dejar sordo a medio mundo es una exageración descomunal.

Vamos, digo yo.

(Eco en la lejanía: granooo... granoo...)

¡¿Todavía?!

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Episodio siguiente: "Temporada de abuelas" >>

martes, 22 de febrero de 2011

La amiguis bruta: "the stupid BFF", la idiotez es contagiosa.

Episodio anterior: << "Crisis nerviosa, la secuela"
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Me salgo de mi habitual humor satírico/negro/lo que sea, para dejarles una entrada sobre lo miserable que soy.
Atte. Una escoria de la vida.
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"Amiguis" no tiene traducción en inglés, he puesto "BFF" sólo para que suene cuchi. (*Happy face and a little and gay heart*)
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No, no, no. Esto ya se está volviendo repetitivo y ya no es gracioso... bueno, tal vez un poco... ¿A quién engaño? ¡Si me estaba partiendo de la risa internamente!

Porque soy una perra y aquí les va de nuevo.
¿Adivinen quién volvió a tener de nuevo otra crisis nerviosa?

Inglés es una materia que yo encuentro muy fácil. Sé perfectamente que a muchos no les gusta y, de verdad, no pueden con él porque es una materia más y no todos van a salir con veinte y eso, pero inglés no es una materia que se repruebe, porque uno debería tener como mínimo el suficiente conocimiento como para sacar un diez.

-"Diez es nota, lo demás es lujo."

Si bien pueden haber varias razones factibles para que alguien repruebe, porque esas cosas pasan y no siempre es culpa nuestra, no es posible que si uno sabe que no es bueno en algo siga sin tratar de entender.

Yo ya no puedo con Cristina, porque ella siempre me dice que estudia, que tiene un profesor particular, que sí entendió. Ahora, todos juntos:

-"¡Mojón!"

Porque si fuese cierto no hubiese sacado un cero siete. Salió mal porque con Cristina siempre es la misma verga: que no puedo, que no sé, que no me interesa. Yo muchas veces digo esas mismas frases, sí, pero una cosa es hacerlo por joder y otra es de verdad ponerse con la ridiculez una y otra vez para que, en medio del examen, sólo se ponga a temblar y a temblar.

Estaba contestando mi examen de lo más feliz, a la propia velocidad de la luz cuando, en el momento que termino y por X causa, me giro a ver a Cristina (como cosa del destino). En el momento que la veo creo que el colegio está temblando, porque Cristina se sacudía de una forma nada normal. Miro mi pupitre, el de al lado y el del resto del salón.
Todo perfectamente normal.
Vuelvo a ver a Cristina, y presentaba los síntomas usuales: cara con otro color, rezos y balbuceos incontrolables, temblores colosales y chillidos espantosos.

No voy a mentir, esa imagen debió causarme lástima, debí haber sentido un poco de empatía por ella y toda la cosa pero todos sabemos que conmigo empatía = cero y sólo atiné a reírme, carcajearme y regodearme internamente, además de soltar un: "verga, ¿otra vez?".

Al rato, cuando la profesora tiene todos los exámenes y se retira, Cristina se está riendo (aún temblando). Aquí en Venezuela las cosas se hacen por joder, y a nadie le molesta porque a todos les gusta joder, y aquel que se atreva a negarlo que venga y me lo niegue en la cara. Pero salir mal no es asunto de risa. Sí, está bien. la pobre está nerviosa, pero todos en el salón sabemos que no estudió y, por ende, todos sabemos que nota sacó.

Como los profesores tenían que entregar notas hoy, la profesora ya tenía los exámenes corregidos cuando una abalancha de locas (yo incluida) se le acerca para preguntar notas. Saqué veinte, no tengo ni porqué negarlo ni porqué lucirlo, es la verdad. Y Cristina sacó cero siete, no tengo porqué negarlo ni porqué lucirlo, sigue siendo la verdad. ¿Qué hizo? Lloró.

Reprobar da mucha, mucha rabia porque uno estudia, uno da lo mejor de sí y, al ver esa nota tan baja, uno se siente mal, se siente decepcionado consigo mismo, siente que ha decepcionado al mundo o a quien sea. El problema con Cristina es que ella no trata y aún así espera que, por obra y gracia de los Padrinos Mágicos, le salga un veinte del culo a alguien para que adorne su examen.

Y aún así, como la perra hipócrita que soy, internamente me volví a reír, a carcajear y a regodear.

Pero no estoy feliz. Porque yo también salí mal, en matemática, pero salí mal.
No, tenías razón, Adela, no reprobé; pero mi nota, que es pura nota y un solo lujo, me decepcionó inmensamente.
Porque yo tenía las respuestas.
Porque yo sabía cómo plasmar las respuestas.
Pero yo no tuve el tiempo de poner las respuestas.

Cuando Joaquín me dijo mi nota, yo tuve es descaro de reírme. Pero no estaba feliz, más que todo porque esa nota fue baja por mí culpa, porque yo fui la que perdió tiempo y se tardó en entender el problema, porque fui yo la que perdió tiempo y se quedó como una bruta haciendo cosas que estaban de sobra y que sólo me distrajeron de lo que tenía que hacer.

Y, para todos aquellos de Humanidades, no hay recuperativo para nosotros. Porque mientras sólo aprobaron dieciocho personas y hubo un verguero de cero uno, esos cero uno fueron exámenes en blanco que sólo le dieron entender a Joaquín que reprobaron a propósito para que hubiese recuperativo y tuviesen más tiempo de estudiar.

En este momento me estoy riendo, pero no estoy feliz.
Porque si pudiera hacer el examen otra vez ya sabría qué hacer y cómo hacerlo de forma rápida y sacaría una nota que de verdad reflejase lo que me maté estudiando, con fiebre, matemática.

Y aún así me estoy riendo, carcajeando y regodeando, porque yo no lloro por "lo que hubiera pasado si..." y mucho menos sufro una crisis que más falsa y me mato (mamá, vos lo que tenéis es el mal de Parkinson).
Cristina, la diferencia entre tú y yo, es que aunque no lo parezca en lo más mínimo, yo sí me tomo las vergas en serio, y lo hago de la forma mas jodida posible.

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Episodio siguiente: "Dos por uno" >>

lunes, 21 de febrero de 2011

El examen de fin del mundo.

-"In the end... There will be only chaos..."
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Hoy tuve examen de matemática, trigonometría para ser exactos. Fue tan fácil... ah, tan fácil como un pase por el campo... durante una invasión del Covenant en Halo: Reach (en modo Mítico, de paso).

Yo nunca dejo respuestas en blanco, NUNCA. Sólo una vez porque no vi la pregunta, así que obviamente no podía responderla, pero no nos salgamos del tema.

No pude responder la última pregunta. Encima de que no me sabía la respuesta tampoco tuve tiempo de poner el mismo disparate que puso la mayoría del salón. Y, como cereza del pastel, tampoco pude terminar la primera, no porque no supiera qué hacer, sino que hice de más.

Había que buscar el perímetro y el área de un triángulo. Sencillo, sí. El problema: En ese triángulo habían otro dos adentro, es decir, el profesor dividió en triángulo grande en dos pequeños y nos dijo que calculásemos el grande dándonos tres datos nada más. Yo empiezo calculando lo que puedo y cuando me doy cuenta ya sé qué es lo que tengo que hacer y cómo hacerlo.

Entonces me doy cuenta que había hecho un cálculo mal luego de tener más de la mitad resuelta. Voy, trato de corregirlo, me sigue sin dar, lo vuelvo a intentar... y así tres veces más. Leo el problema de nuevo y veo que ese dato que me estaba sacando canas verdes era completa y enteramente innecesario. Me río, me carcajeo y me regodeo mientras borro y voy con otra cosa.

Suena el timbre y es hora de entregar el examen. Unas cuantas maldiciones salen de mi boca y le dejo el examen a Joaquín.
Viviana me hace el favor de dejarme en mi casa.
Almuerzo.
Me baño.
Duermo.
Me levanto.
Y sólo es en este momento en que mi mente despierta y me doy cuenta tanto de lo miserable que soy como de las ganas que tengo de quemar ese examen en el primer momento en que mis manos lo alcancen.

Ese fue uno de esos momentos donde lo único que se quiere es retroceder el tiempo y, no repetir el examen, sino hacer que el examen nunca se haya elaborado o hacer que las preguntas fuesen más fáciles.

Sandra falla épicamente, de nuevo. Hurr Durr.

sábado, 19 de febrero de 2011

Mito o realidad, suegras de pesadilla.

Habéis visto todos a las suegras malvadas de las películas, los libros, las telenovelas, etecé, etecé, y cuando vuelven al mundo real lo primero que pronuncian es: "¡mojón!" porque semejante forma de representar a alguien no puede ser  real, porque su madre/padre se lleva muy bien con la madre del otro, que su abuela es una santa y jamás se comportaría así, ¡ninguna abuela lo haría! ¡Ningun...!

¡¡¡Objeción!!!

Tú, mi estimado o estimada lector o lectora... Fallas épicamente en esto que se llama vida. ¿Por qué? Porque el cine no siempre se equivoca.

Mi abuela es la suegra malvada de la película. LA suegra malvada. Uno mira en sus ojitos azules llenos de inocencia y lo único que se puede encontrar son dos icebergs listos para dejarte en peor estado que el Titanic. Es decir, hecho mierda en el fondo del mar... u océano... o lo que sea.

El punto es, que si os presento a mi abuela (en el caso de que no la conoscan) no la miren a los ojos si no quieren quedar convertidos en piedra, Medusa FTW!

Ah, y creo que mañana viene a visitarnos (¡Yay!) para mostrarnos al "catire" del hijo de mi prima (mirá vos, que el padre es, encima de negro, güajiro, decime de dónde sale un catire con ese ADN). ¡Tan bella ella!

Se preguntarán, y si no lo hacen les digo igual, ¿de dónde sale tanto amor? Pues de la vez cuando mi padre presentó a mi madre a su familia y mi abuela la recibió con elogios y cumplidos:

-"¡Zorra!"

En la boda...

-"¡Me opongo!"

Antes de la luna de miel...

-"¡¿Cómo te atreves a hacerle esto a tu madre, hijo del "zirullo" (?), cómo te atreves a salir con esa sin vergüenza?!"

Durante la luna de miel...

-"(*Por teléfono... no me pregunten*) ¡¿Cómo te atreves?!"

Después de la luna de miel, mientras los recibía cuando bajaron del barco...

-"¡¿Cómo te atreviste?!"

Cuando mi madre estaba embarazada de mí...

-"Esa niña va a ser igual a su madre, no debería de nacer, no Señor, no debería..."

Después del parto...

-"Esa niña y su madre sólo van a causar problemas."

Así de insoportable se puso que mi madre se mudó con su hermano. ¿Y saben cuál es la primera frase que recuerdo de mi abuela?: "Ay, qué niña "taaaan" linda, seguro y es igualita a mí."
Dios me libre.

¿Y mi padre? Nunca se dio cuenta, y en los momentos donde uno se lo insinuaba se ponía a defender a su madre con uñas y dientes mientras su esposa y su hija eran... tratadas de la mejor manera posible.

Me dirán que estoy mintiendo porque yo no estaba en esos momentos y, por ende, no podría haber oído semejantes cosas... pero mis tíos, tanto paternos como maternos, sí estaban ahí y sí estaban felices de contarme (léase que me escondí en un armario y los oí hablar). Encima, a mi abuela a veces se le escapan uno que otro "cumplido" para mi madre conmigo presente, a pesar de sus tanto intentos de ser un ángel ante mis ojos, cosa que sí funcionaba cuando era una chiquilla y no entendía nada, pero ahora...

Ahora me río, me carcajeo y me regodeo.

Joder, con familia como ésta para qué carajo quiero enemigos.

jueves, 17 de febrero de 2011

La amiguis bruta: crisis nerviosa, la secuela.

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Estoy hecha una bola de mierda con temperatura de 39.4 grados, los sucesos de hoy están muy borrosos y mi mente estuvo muy lejos hasta hace poco.
Por hoy (y por todos los demás días, básicamente) no soy una fuente de hechos confiable.
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Poque no todas las secuelas son buenas.
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Estábamos en clases de Psicología con la Borde, quien estaba haciendo interrogatorios sobre el tema de LA MOTIVACIOOON!!!1!!uno! (ya os advertí que no lo iba a superar), y ella llama a Cristina para evaluarla sobre el tema. Supongo que ya todos sabemos a dónde va la cosa, ¿no?

Antes de acercarse hacia la profesora, el tono de piel de Cristina se pone más blanco que el mismo fantasma de Elena (que conste que nunca he visto la novela y la frase es sólo para dar énfasis) y... Por el millón de dólares, Cristina, al estar frente a la Borde:

a)Contesta correctamente.
b)Tiene otra crisis nerviosa.
c)Empieza a rezar.
e)Caca, culo, pedo, pis.
f)No te diste cuenta que no puse la letra "d".
g)Miraste arriba a revisar si estaba la "d".

Si contestaron "b", ¡acertaron! Y si contestaron "c", también... de cierta manera.

Al oír la primera pregunta, Cristina empieza a temblar, su cara vuelve a ponerse roja y balbucea. Esta vez, gracias al Cielo, a la Tierra, al Infierno y al Vergatario (que estuvo de oferta hace poco, compre uno y se llevará un burro gratis con un chigüire a mitad de precio), Cristina no chilló... tan fuerte, porque mis oídos volvieron a sentir esa perforación asesina que se produce ante semejante sonido.

Todos nos carcajeamos de nuevo ante el espectáculo, que se empieza a poner aburrido, y cuando empezó a "rezar" nos carcajeamos más. Dejadme ilustrarles, jóvenes padawan, Cristina junta las manos como si rezara y entre los tartamudeos se pudo entender un "Dios mío" o algo así y repitió esa frase una y otra vez, así que sólo le faltaba el rosario en el cuello.

De sólo imaginármelo me río más: "Pa-pa-padreeee nuesss-tro-o, que-que-quee estáss e-en el Ci-cielo... ¡Ay, pro-profe!"

Empatía, cero. Y ésta vez, como si fuese karma hecho y derecho, Gregorio fue el que rió luego de una muy buena imitación de Cristina, quien sacó trece al final.

He de admitir que Joaquín podría aprender un par de cosas de la Borde.

Ah, el mundo ha vuelto a su normalidad.

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miércoles, 16 de febrero de 2011

La amiguis bruta: Cristina vs. El pobre diablo: crónicas de una crisis fingida.

Episodio anterior: << "Pennywise vive"
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Estábamos en clase de matemáticas cuando Joaquín empieza a llamar a diez alumnos para terminar de hacer la "entrevista" de trigonometría, tema que ya todos aquellos que aún no han sido entrevistados deberían saberse de memoria puesto a que Joaquín empezó, conmigo, hace casi un mes (creo que más).

Uno de los alumnos que llama resulta ser nuestra queridísima Cristina. Yo aparto mi atención de los entrevistados para centrarme en la tarea que el profesor manda a hacer cuando, de la nada y de repente, mis oídos son perforados por un chillido tan agudo, tan molesto, tan horripilante, que solo una banshee pudiese haber sido la causante de semejante atrocidad...

Wikipedia Time!

"Las banshees (ˈbænʃiː, del gaélico bean sí, "mujer de los túmulos") forman parte del folclore irlandés desde el siglo VIII. Son espíritus femeninos que, según la leyenda, al aparecerse ante un irlandés, anunciaba con sus gemidos la muerte cercana de un pariente. Son consideradas hadas y mensajeras del otro mundo."

(Nota extra de Sandra) Se cree que esos gemidos de muerte son casi insoportables para el oído humano y si bien no está probado del todo estoy segura de que dicha creencia va perfecta con Cristina.

¿Por dónde iba? [...] semejante atrocidad... Era Cristina, con la cara más roja que las camisas de la "Robolución", chillando como si no hubiera mañana mientras daba vueltas por el salón murmurando algo completamente incromprensible.

Lo siguiente es una traducción posiblemente errónea.
Cristina: (*Entre llantos y gritos*) ¡Ay, prooofeee! ¡Es que tengo una crisis nerviosaaa! *Inentendible* ¡Se me quedó la mente en blanco! *Llantos* ¡Profeee, nooo! *Sonido la verga de raro* ¡Eeeek!

Y entonces, la gota que colmó el vaso, Joaquín le deja el examen para otro día.

A mí me importó un comino, me bastaron las carcajadas que me causaron los gritos y demás de Cristina, pero otros no estuvieron tan felices con la decisión del profesor. Entre ellos, Gregorio.

Mientras Viviana se reía al igual que la mayoría, Gregorio le dijo: Ey, Viviana, eso no es justo, a mí también me dan esas crisis y yo me ves gritando como un bobo y dando vueltas por ahí para que el profe me de chance, no, yo me quedo tranquilo aún si estoy en blanco en un examen, ¿verdad, Augusto? Porque así no son las cosas, porque si yo hiciese este tipo de escándalo cada vez que se me olvidan los temas, pues, no hubiese repetido año.

Cristina lo oye por mero azar del destino y le empieza a gritar al pobre diablo cosas que no vienen ni al grano... "¡¿Qué te pasa mijo?!""¡nadie es perfecto!". Luego corre y le dice a Joaquín que Gregorio la está molestando/insultando/alguna mierda rara. Joaquín parece enfurecerse, y mucho, porque ha llamado a Gregorio con un grito fuerte, grave, claro, que te cagas.

¿Que qué le dijo cuando lo llamó? Ni idea, pero Cristina se estaba riendo en una esquina y Gregorio no se veía prácticamente feliz. A la final Cristina tiene otra oportunidad y Gregorio se fue con la cola entre las patas. Pobre, pobre diablo.

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martes, 15 de febrero de 2011

¡Feliz día despues del día donde nada productivo se hizo!

Tal vez muchos hayan esperado que escribiese algo por el día de los enamorados...
Dadme unos minutos para reírme ante tal ocurrencia.

Este día de San Valentín fue, en pocas palabras, un asco. No, no lo digo porque no haya recibido regalos (¿para qué? yo cumpliré años pronto), o porque siga soltera (eso es más bien algo bueno), o porque no me haya logrado casar en el Sambil con otras quince parejas... (What the Hell?), ya hablaremos de eso último, pero antes...

Estaba hablando por correo con Ignacio y, por alguna razón, salen en el tema Sara y Gilbert. Yo le aclaro a Ignacio que ellos aún no son novios. Que conste que no recuerdo bien esa conversación...

Conversación de msn, 13 de febrero. 
Ignacio: ¡¿Aún no lo son?!
Sandra: No, mañana se verá.
Ignacio: ¿Mañana?
Sandra: Mañana. Gilbert me tiene loca preguntándome a mí si le pide el empate o no a Sara.
Ignacio: Verga...
Sandra: Seh, y encima me hacen hacer de lámpara...
Ignacio: De paso... ¿me prestas dinero? Esta vez SI te voy a pagar, te lo juro.
Sandra: Ni tú te la crees.

(Eso último ha sido para que recuerdes que me debes, Ignacio).

El catorce mismo, ayer, Gilbert había traído un peluche, un dibujo (hecho por alguien más) y unos... "cubitos inflables" (una verga rara de origami que se puede inflar) con un mensaje adentro. ¿Qué pasó? Sí le dio el peluche y el dibujo pero los cubitos de mierda no. Y eso que los cubitos tenían un mensaje adentro, digo, tenían EL mensaje, el propio mensaje, adentro. Y él va y los bota. FIN.

Yo sé, yo sé, que esos dos van a matarme luego de que lean esto... pero, ¡santo sea el "pero"! todos, en serio, TODOS sabemos que Sara va a decir que sí. Vuelvan a leer la conversación de arriba, ¿ya? Ignacio nunca ha hablado con Sara en persona y Sara no sabe ni quién carajo es Ignacio, y aún así incluso él se pregunta cuándo coño se van a hacer novios aquellos dos.

¡Maldita sea, Gilbert, sólo falta que preguntes y ya!

Y sí, soy una puta escoria de la vida, pero si no lo digo yo, ¿quién lo dice, entonces?

Volviendo al tema de las bodas en el Sambil... Quince parejas se dieron el sí en medio de un centro comercial. Qué románti... No, no lo fue. Ahora sólo falta que esas parejas den a luz en mismo día y alguien salga con la idea de un parto público en... no sé, Lago Mall, Galerías... ¿Las Playitas?

sábado, 12 de febrero de 2011

Momentos incómodos y Latin Lovers.

No he escrito mucho en estos días porque estoy tratando de superar un trauma. Un muy gran y feo trauma. No, no es tan feo como una de las profesoras que da biología en el colegio... Bueno, tal ve... No, no lo es. Pero aún así fue bien feo.

Déjenme ilustrarles.

Viernes, mil docientas quince horas.
Patio de secundaria.

Martín: (*aparecido de la nada*) Ey, Sandra, ¿qué hay para el lunes?
Sandra: Bueno, el bosquejo de Pre-militar...
Martín: (*sacude el brazo roto frente e mi cara*)
Sandra: ... ¿Algo que puedas hacer? Estudiar para el martes, que es el exámen de Historia.
Martín: ¿No era escrito? (*vuelve a sacudir el brazo guiñándome un ojo*).
Sandra: (-Qué asco-) Y en pareja. Tu pareja escribe y tú le dictas.
Martín: (*poniéndome la mano sana en el hombro*) ¿Y tú ya tienes pareja?
Sandra: (-Corre, niña, corre-) Sí... Voy a hacer el exámen con Eliza...
Martín: Se me adelantaron, carajo. Bueno, nos vemos, cariño.
Sandra: (-De puta madre...-) Dale, nos vemos...

Bueno, el lado bueno de las cosas es que no me pasó lo mismo que a Viviana. El malo, que nuestro Latin Lover me ha pegado el ojo. Asco.

Martín no me cae mal pero no es santo de mi devoción y... bueno, eso, en las sabias y grandes palabras de Adela sería como que: Mijo, pero qué haces, osea... No.

Ese fue uno de esos momentos donde esas piernas que tiene uno no responden, y sólo se puede sonreír tratando de parecer meramente cortez, cuando lo que se quiere hacer es mandar a los demás a la mierda y huir despavoridamente.

Como cuando los padres le cuentan a los niños que San Nicolás no existe.

O cuando les explicas a tus padres que reprobaste algo.

O cuando conoces a los suegro del novio/a de turno.

O cuando, haciendo la cola del supermercado, a la vieja buenorra que tienes atrás le tocan el culo y la mujer te golpea a ti, aunque estés pasándole el dinero al cajero y seas otra mujer. Casada. Con tres hijos. Y que el cacho sea el que te esté acompañando.

Pero también existen esas situaciones donde lo retiene a la gente no es uno mismo, sino alguien más. Léase, la mayoría de las veces que me hacen hacer de lámpara para Sara y Gilbert. O en los exámenes, que Moira no me deja entregar mi hoja porque la tiene ella. Y en la mayoría de las reuniones familiares donde la gran parte de los que van son los abuelos donde la abuela se pasa toda la noche tratando de matar a mi madre sin que nadie se de cuenta...

miércoles, 9 de febrero de 2011

Si creían que las colas en Mercal por el pollo eran largas...

... Las colas para copiar la materia del cuaderno de alguien más lo son mucho más.

En nuestra época estudiantil, todos hemos pasado, estamos pasando y pasaremos por la etapa de pedir o prestar los cuadernos. La verdad, aquella persona que haya pasado toda su vida sin pedir un cuaderno prestado o ha de haber sido un garrota o de haber prestado atención y nunca haber faltado (sí, claro).

Y la persona que nunca haya prestado uno ha de haber sido un simple hijo de puta. O al pobre nunca se lo pidieron... con lo que se convierte en "el negreado de la clase" (marico, qué triste).

A mí toda la vida me han pedido cuadernos y, como no sé decir "no", siempre los presto (cosa que ha cambiado más o menos últimamente) confiando que me los van a devolver pronto o, como mínimo, antes de la clase. La situación general.

Ni tan general.

Hay siete cuadernos que nunca he vuelto a ver. Desde hace ya tres o cuatro años, sino más, porque también me faltan otros de primaria. Pero si me los devolvieran sólo ocuparían espacio así que ya no es tan importante... Sí lo fue cuando tenía que estudiar para un examen final y no tenía la materia copiada en ninguna parte así que no pude estudiar (igual saqué 18, ¡por favor!).

Pero yo también me he quedado con los cuadernos por mucho, mucho tiempo... Como con el de Pre-Militar de Moira, lo tuve por más de un mes, claro que siempre lo llevé al colegio y ella me lo devolvía.

Aunque no siempre los devolví, porque allí, llenándose de polvo, ocupando espacio no tan útil y atormentándome... de vez en vez, está aquél cuaderno sin nombre de letra que no logro descifrar... Apuesto en dinero que tengo en la mano (cero) a que es de Casandra. Pero no tendría punto que me lo pidiera porque como que el TERCER GRADO acabó hace un buen rato, ¿no creen?

Dejando el tema de los cuadernos abandonados, pasemos a hablar de aquellos cuadernos que tienen fila de espera. En especial los de matemática

Hoy me preguntaron trece "y medio", porque el Chiquitín no cuenta como un ser humano entero, personas si les podía prestar mi cuaderno, que estaba en la mesa de al lado siendo copiado por otros cuatro irresponsables.

Ignoremos el hecho de que a mí también se me había olvidado la tarea... ¡pero la terminé yo sola, lo juro!

martes, 8 de febrero de 2011

El tiro por la culata.

-Luego de varias quejas por no haber escrito en dos días, he logrado hacer un hueco en mi muy ocupada vida para hacer otra entrada. Vamos, gente, que yo tengo una muy ajetreada vida y el concepto de tiempo libre es completamente desconocido para mí.

...

Y eso, lectores, se llama mentir de la forma más descarada posible.

Por primera vez en todo el año escolar, Humanidades iba a tener una semana llena de exámenes y exposiciones. Por fin iba a llegar el momento de probar que podíamos soportar la misma presión por la que viven los de Ciencias. ¿Y qué pasó?

Nos movieron todo el calendario y ésta semana se convirtió en la semana más mierda de nuestra vida. Sólo tenemos una y solo UNA cosa que hacer y es endemoniadamente fácil, más que los, las y... *inserte artículo para describir un género indeterminado* trabajadores nocturnos de Cinco de Julio.

Si mi vida fuese un libro, y por suerte no lo es, hoy hubiese ocurrido el suceso más anti-climático de toda la historia literaria. Digo, yo, como protagonista, encuentro un motivo o causa que impulsa mis ganas a hacer algo que valga la pena y la trama está a punto de empezar a desarrollarse cuando de repente todo se va por la cañería y todo se cancela en un chasquido de los dedos, sin previo aviso.

No crean que voy a rechazar tiempo libre, pues prácticamente soy el epítome de la pereza y puede que vaya al infierno por ello, y mucho menos iba a pararme a quejarme al respecto (será para que me linchen viva).

Aunque, claro está, a veces ese tipo de situaciones las causa uno mismo.

Como hoy, donde se supone que iba a presenciar una charla sobre las armas o el cólera, alguna de las dos.

Y resalto el "iba". Muy resaltadamente.

Los martes nosotros salimos muy, muy temprano, a las diez con cuarenta y un poco más, y yo prefiero irme del colegio inmediatamente salgamos de clases, por lo que cuando las personas que dieron la charla (suponiendo que la dieron) se dieron el lujo de tardarse más de lo que yo quería esperar, me levanté con algunos otros de mi salón, dije que mi madre me esperaba y me fui "pa'l coño".

Preferiría que se dejase de lado el hecho de que mi madre estaba algo lejos en ese momento, que me quedé media hora sentada en el desierto de la soledad que es la Iglesia y que las hormigas me invadieron literalmente hablando.

Mi madre dijo que: "quisiste hacer una gracia y te salió una morisqueta", porque bien podría haberme quedado en la charla. con aire acondicionado...

Aún así prefiero haberme quedado en el calor que escuchar una charla que va sobre algo que todos sabemos.

Digo, unas pocas horas con el Call of Duty y uno se vuelve casi un experto.

Y sobre el cólera... bah, francamente, cariño, me importa un bledo (empatía por los enfermos, igual, cero).

domingo, 6 de febrero de 2011

¡Todos al mall! menos tú, amiguis.

-Hey, Samuel, ¿quieres ir al centro comercial ahorita?
-Sí... déjame preguntarle a mi madre...
-Ah, bueno... de paso, ya estoy afuera.
-Ah... a la verga, ¡¿Qué?!
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Y así es como yo invito a la gente para asegurarme de no conseguir un "no" como respuesta.

Hoy fui al centro comercial más grande de la ciudad con Samuel, Bob y el hermano de éste último, Jr. Fue una de las cosas más improvisadas que haya hecho en mi vida y que tenga ganas de repetir.

Y no, no me dio la gana de avisarle a más gente. Y no, menos a ti, Ignacio, porque eres muy lento para vestirte (es broma).

Mientras entrábamos y antes de buscar a Bob y a su hermano, le estaba contando a Samuel que Cristina me había llamado poco antes de salir para que le explicara inglés por teléfono...

Cristina: (*Por teléfono*) Y, ah... ¿al presente de "pintar" se le agrega en "ed" al final, no? Y, osea... amm... al pasado el "ing"... ¿no? Ay... Sí, ¿verdad? Ay, ¡es que tan inteligente yo soy!

Ante eso Samuel me comenta: ¡Le hubieras dicho qué sí, para ver qué tan inteligente es la tipa con esa belleza de cero uno que va a sacar!

Nos encontramos con los otros dos y empezamos a caminar como si no tuviésemos nada mejor que hacer con nuestra vida (básicamente, no). Nos asomamos en una tienda de videojuegos y vimos dos o tres juegos de High School Musical y algo que parecía Camp Rock, pero no juego-juego de las películas, sino una cosa rara hecha por otra gente que no tiene nada que ver. Recordé algo que había hablado hace poco con otro amigo.

Sandra: (*Hace unos días*) Desde que salió High School Musica ahora todo tiene que ver con bandas y esas cosas, sólo falta que los venezolanos hagan algo así y lo llamen, no sé... ¿Camp Vallenato?

Y seguimos dándole vueltas al lugar.
Se supone que íbamos al cine pero todo ya había empezado, entonces nos comimos unos churros, todo normal, tranquilo...

Sandra: ... y luego me puse a imprimir lo que mandó Joaquín por interne...
Samuel: ¡Mira a esa coña!
Bob: Uy, sí.
Jr: (*Hablando por BB*).

Con gente como esta las conversaciones son memorables. Pasamos por una "exposición" de dinosaurios y les dije que entráramos, para ver cómo era la cosa. ¿Con qué me salen esos tres? "¡¿Qué hablai?! Esa verga no sirve para nada, yo no voy a gastar setenta y cinco bolos en esa verga" o algo así. Por supuesto que yo no sabía que ése era el precio, así solo entro si alguien me paga lo mío.

Entramos en una tienda de Sony a ver si conseguíamos un cable HD para el PS3 de... ya no recuerdo para cuál de esos dos era... y probé cómo se veía el televiso en 3D con Jr... No vale la pena, en serio. Luego le dí la vuelta a la tienda, choqué con un pilar y el Jr se rió, nos tomó cono seis o siete minutos, tal vez ocho... y Bob y Samuel todavía seguían jugando PES11 (en donde Samuel ganó con España).

Luego todos, con mi madre y la de Bob y Jr, nos comimos dos pizzas grandes... Agh, todavía me duele el estómago de lo llena que estoy. Samuel no quería comer, así que estuvimos a punto de amarrarlo en la silla y meterle la comida por un tubo nasal.

Al final, luego de las veinte horas de espera para pagar el ticket del estacionamiento, terminamos en casa de Bob ¿cómo? ni idea, para ver si el color de la alfombra de la sala era vino tinto o marrón.

Yo sigo diciendo que eso es vino tinto "marroneado"...

viernes, 4 de febrero de 2011

En serio, no es más random porque no puede.

(Porque para momentos como éste fue que hice el blog).

Hoy tuve otra clase de psicología, pero no voy a hablar de ella porque ya todos saben como fue:
-Se habló de un tema completamente innecesario (de los "emos", por favor).
-Helen y Celina volvieron a hablar como unas cotorras.
-La profesora volvió a demostrar su amor por mí (tuve que hacer señas como una loca para que me diera permiso para intervenir en la conversación que no me interesaba, yo sólo quería un veinte fácil).

Estoy empezando a ver un patrón en mi vida, sí, la rutina. Las clases de psicología son siempre lo mismo: caca. Las clases de francés son siemrpe lo mismo: nadie entiende caca. Las clases de literatura también son lo mismo: le hacen caca al profesor.

Si bien yo no clasificaría mi vida escolar como mierda, sí rebosan heces por algunas partes, como en toda rutina que crispa nervios. No, no voy a empezar a dar el discursito ese de que "la rutina me tiene harta blablá". No, tampoco voy a empezar a ver las cosas como si una epifanía me hubiese golpeado en la cara y a plantearme buscar algo que haga único cada día y basura así. Me limito a quejarme por internet como si no tuviera nada mejor que hacer.

Y en este momento no tengo nada mejor que hacer. Joder, tengo mucho tiempo libre (envídieme, Ciencias, envídienme).

Me puse a jugar 360 con Gilbert, estábamos tratando de pasar Alan Wake, y digo tratando porque como ya saben, apesto en los videojuegos, cuando me puse a pensar en películas de terror (porque el juego sí da un poco de miedo y parece una película propiamente dicha). Tengo una relación amor/odio con ese tipo de películas, porque me encanta verlas, pero odio lo que pasa después, no duermo (gallina presente).

Empecé a recordar algunas películas que había visto y me dije que tenía ganas de ver terror de verdad, no una slasher cualquiera como La masacre de Texas u Hostel (y ninguna dio miedo, solo asco, aunque sí me gustaron más o menos). Como toda persona que se haya visto El Exorcista, aún no supero la cara de la tía girando y deformada... Argh, qué asco, y me pregunté qué fue lo que me había causado el hecho de haberme hecho encima... literalmente (tenía seis años, ¿qué esperaban?).

No, no tengo los cojones (o los ovarios, en mi caso) para verla otra vez pero sí recordé lo suficiente para decir que lo que más miedo causó fue la propia posesión en sí, porque contra el demonio nosotros no podemos porque no tiene puntos débiles y eso y "generalmente" no se puede ver, a diferencia de los enemigos de la gran mayoría de las películas de ahora. Y por eso quiero ver Actividad Paranormal... a pesar de que ya me la "spoilearon" casi entera.

Ahora, haciendo honores al nombre del blog, diré algo random.

...

No, no se me ocurre na-

Falcon Punch!

Necesito terapia y una buena patada en los coj... ovarios, por parte de Chuck Norris.
Y debería dejar las drogas.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Modestia aparte, la que sabe aquí soy yo.

Todos somos seres humanos y por ende tenemos diferentes opiniones sobre cosas y/o temas. Y algún día nuestra opinión va a chocar con otra completamente diferente y se empezaría una discusión (que terminaría en coñazo limpio como Dios manda).

Yo soy una de esas personas que, cuando habla en serio y sobre algo que de verdad sepa, generalmente tiene razón. Y, por favor, reemplace ese "generalmente" con un "casi siempre". Este fue uno de esos casos.

Estábamos en clase de Francés cuando la profesora pone una frase para que la traduzcamos. Normal. No recuerdo cuál era la frase así que lo siguiente puede tener errores (y si no tiene es por que soy una garrota).

-"Je suis dans la discothèque"

Sandra: "Yo estoy dentro de la discoteca/disco".

Y sale Celina diciéndome que está mal. Yo. Mal en idiomas. Bueno, siguiendo la creencia de La Borde donde yo aparentemente me porto mal (y Celina es como la discípula de esa mujer)... Celina dice que un idioma no se puede traducir literalmente a otro porque las cosas en inglés y francés se "volteaban".

Y sí, lo hacen. En algunos casos. No este.

Generalmente (si no es que siempre) esos casos son con los adjetivos. Un ejemplo: El segundo libro de la saga de Crepúsculo se llama "Luna Nueva" y en inglés es "New Moon". Sí, pero ese no era nuestro caso.

Porque si yo le hubiese dado la razón a Celina, ¿cómo hubiese quedado la frase? Bueno, vamos a voltearla:

-Dentro de la disco estoy yo.
-Dentro de la disco yo estoy.
-Yo, dentro de la disco, estoy.

Ninguna de las frases anteriores, en castellano, está mal. Pero uno no es Yoda y en español es el sujeto que, generalmente, va al principio de la oración. Así que mi traducción fue literal y sí estaba buena, como todas las anteriores, todas literales y bien bonitas.

Y si no era ella, era Helen.

Helen: Esa traducción está mal, tiene que ser "... en la disco" no "dentro". "Dentro" no se usa.

No, no me jodas. Porque la gente ya no usa la palabra "dentro", que en el diccionario de la Real Academia Española lo que hace es decorar porque es muy cuca y linda (ya tenemos candidata para Miss Universo).

Ahora, veamos, según la RAE "dentro" es...

"(Del lat. deintro).


1. adv. l. En la parte interior de un espacio o término real o imaginario."

Que me diga alguien la diferencia entre las dos siguientes frases, una diferencia que no tenga nada que ver ni con la cantidad de letras ni con la de palabras:

-Estoy en la disco.
-Yo estoy dentro de la disco.

Uno: La frase no empieza con "suis", sino con "Je suis", "Yo soy/estoy" (en este caso es "estoy").
Dos: Al final, es la misma mierda. El maricón o maricona está en el interior de establecimiento donde hay una bola de espejos y un gay dándole a los discos esos negros que usaban nuestros abuelos. FIN

Sí, sí me quedé picada con eso (y con lo de psicología), sí, yo soy la que va a estudiar tanto Idiomas como Letras, y sí, yo soy la que tiene la razón.

Si bien ninguna de ellas dos se habían equivocado estrictamente en lo que decían, no debieron de haber dicho que lo que yo dije estaba mal, porque no lo estaba y sigue sin estarlo.

Y sí, si se pueden hacer traducciones literales de un idioma a otro:

-I am Sandra.
-Ich bin Sandra.
-Sono Sandra (aquí la que habla italiano es Viviana, no yo).
-Watashi wa, Sandra gozen.

Y todas significan OBVIAMENTE "yo soy Sandra".

*Creo que, en el italiano, debería ser "Io sono" pero según el traductor google (que usé sólo para correcciones, ey) es así. Y ese "gozen" al final del japonés es como una afirmación a la frase, a cual puede quedarse "watashi wa Sandra".

Y sí, todavía estoy picada. Para mayor entendimiento, es como si le dijera a Eliza que ella no sabe hablar inglés.

martes, 1 de febrero de 2011

El grito, porque uno habla cuando todos se callan.

A todos nos ha pasado que estamos diciendo cualquier cosa en algún lugar, y en dicho lugar hay mucho ruido, entonces agarramos aire y exclamamos con fuerza lo que queremos decir... en el preciso momento en que todos se callan y se te quedan mirando por haber pegado demejante alarido.

El otro día (léase, ayer) estaba en clases de Pre-militar y la profesora mandó a "cantar" la media vuelta mientras la ejecutábamos, eso significa decir "un, dos" mientras elaborábamos dicha acción. Pero yo no oí cuando mandó a detenerse en el "un" y entonces...

Todos: ¡Un...!

Sandra: !!!DOS!!!

Escogí el preciso momento para gritar a todo dar. Si no hubiésemos estado en "firme" estoy segura de que todavía se estuviran riendo de mí.

Pero si no soy yo es Viviana. Y todos conocen la voz de Viviana. Imaginad cualquier día, cualquiera, y que todo el salón esté hablando y que Viviana esté hablando relativamente fuerte... es decir, como siempre. En ese momento llega alguien y la manda a callar (algo que no se debe hacer, por el bien de los tímpanos).

-"¡Cállate la jeta, Viviana!"

Esa oración es apenas audible para es resto de la clase pero por alguna razón el nivel de ruido baja considerablemente. Y entonces...

Viviana: ¡¡¡A MI NADIE ME MANDA A CALLAR NADA, MIJO, ARGG-BLARH (*gruñidos imposibles de entender*)!!!

Todos, inclusive el profesor de turno, giran a ver de dónde ha podido salir semejante alarido que se parece en parte a los gruñidos de Chewbacca, sólo que más fuertes, más feos y menos "descifrables".

Ahora recordemos esos hermosos momentos en lo que estaba yo en tercer año... Recuerdo un examen de Historia Universal con la Ardilla Voladora donde todos empezaron a bombardear a la profesora con preguntas. La Ardilla nos manda a callar, y lo hacemos, pero en el preciso instante en que lo hacemos...

Adela: ¡¿Y COMO ES LA PRIMERA, LA DE LAS FALANGES?!

*Falanges era un tipo de formación usada anteriormente en tiempos antiguos... creo... ¿Qué? Ni crean que iba a recordar qué es en realidad.

Que conste que la pregunta era de completación y "falange" era la palabra que había que poner. Por alguna razón la profesora no se dio cuenta (sorda la mujer esa) y no dijo nada.

También recuerdo esa vez en que todos estaban hablando (como cosa rara) y como siempre bajamos la voz en algún momento al azar, lo que conlleva a...

Casandra: ¡¿QUE ES LA VERGA?!

Seguro que nadie se acuerda de eso, ni la misma Casandra, pero yo sí. No había profesor alguno en ese momento, pero igualmente todos nos giramos y reímos de la niña.

Y de Susana...

Inserte cualquier frase dicha por ella. Cualquiera. Lo siento, mujer, pero gritas mucho.