lunes, 21 de febrero de 2011

El examen de fin del mundo.

-"In the end... There will be only chaos..."
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Hoy tuve examen de matemática, trigonometría para ser exactos. Fue tan fácil... ah, tan fácil como un pase por el campo... durante una invasión del Covenant en Halo: Reach (en modo Mítico, de paso).

Yo nunca dejo respuestas en blanco, NUNCA. Sólo una vez porque no vi la pregunta, así que obviamente no podía responderla, pero no nos salgamos del tema.

No pude responder la última pregunta. Encima de que no me sabía la respuesta tampoco tuve tiempo de poner el mismo disparate que puso la mayoría del salón. Y, como cereza del pastel, tampoco pude terminar la primera, no porque no supiera qué hacer, sino que hice de más.

Había que buscar el perímetro y el área de un triángulo. Sencillo, sí. El problema: En ese triángulo habían otro dos adentro, es decir, el profesor dividió en triángulo grande en dos pequeños y nos dijo que calculásemos el grande dándonos tres datos nada más. Yo empiezo calculando lo que puedo y cuando me doy cuenta ya sé qué es lo que tengo que hacer y cómo hacerlo.

Entonces me doy cuenta que había hecho un cálculo mal luego de tener más de la mitad resuelta. Voy, trato de corregirlo, me sigue sin dar, lo vuelvo a intentar... y así tres veces más. Leo el problema de nuevo y veo que ese dato que me estaba sacando canas verdes era completa y enteramente innecesario. Me río, me carcajeo y me regodeo mientras borro y voy con otra cosa.

Suena el timbre y es hora de entregar el examen. Unas cuantas maldiciones salen de mi boca y le dejo el examen a Joaquín.
Viviana me hace el favor de dejarme en mi casa.
Almuerzo.
Me baño.
Duermo.
Me levanto.
Y sólo es en este momento en que mi mente despierta y me doy cuenta tanto de lo miserable que soy como de las ganas que tengo de quemar ese examen en el primer momento en que mis manos lo alcancen.

Ese fue uno de esos momentos donde lo único que se quiere es retroceder el tiempo y, no repetir el examen, sino hacer que el examen nunca se haya elaborado o hacer que las preguntas fuesen más fáciles.

Sandra falla épicamente, de nuevo. Hurr Durr.

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