sábado, 19 de febrero de 2011

Mito o realidad, suegras de pesadilla.

Habéis visto todos a las suegras malvadas de las películas, los libros, las telenovelas, etecé, etecé, y cuando vuelven al mundo real lo primero que pronuncian es: "¡mojón!" porque semejante forma de representar a alguien no puede ser  real, porque su madre/padre se lleva muy bien con la madre del otro, que su abuela es una santa y jamás se comportaría así, ¡ninguna abuela lo haría! ¡Ningun...!

¡¡¡Objeción!!!

Tú, mi estimado o estimada lector o lectora... Fallas épicamente en esto que se llama vida. ¿Por qué? Porque el cine no siempre se equivoca.

Mi abuela es la suegra malvada de la película. LA suegra malvada. Uno mira en sus ojitos azules llenos de inocencia y lo único que se puede encontrar son dos icebergs listos para dejarte en peor estado que el Titanic. Es decir, hecho mierda en el fondo del mar... u océano... o lo que sea.

El punto es, que si os presento a mi abuela (en el caso de que no la conoscan) no la miren a los ojos si no quieren quedar convertidos en piedra, Medusa FTW!

Ah, y creo que mañana viene a visitarnos (¡Yay!) para mostrarnos al "catire" del hijo de mi prima (mirá vos, que el padre es, encima de negro, güajiro, decime de dónde sale un catire con ese ADN). ¡Tan bella ella!

Se preguntarán, y si no lo hacen les digo igual, ¿de dónde sale tanto amor? Pues de la vez cuando mi padre presentó a mi madre a su familia y mi abuela la recibió con elogios y cumplidos:

-"¡Zorra!"

En la boda...

-"¡Me opongo!"

Antes de la luna de miel...

-"¡¿Cómo te atreves a hacerle esto a tu madre, hijo del "zirullo" (?), cómo te atreves a salir con esa sin vergüenza?!"

Durante la luna de miel...

-"(*Por teléfono... no me pregunten*) ¡¿Cómo te atreves?!"

Después de la luna de miel, mientras los recibía cuando bajaron del barco...

-"¡¿Cómo te atreviste?!"

Cuando mi madre estaba embarazada de mí...

-"Esa niña va a ser igual a su madre, no debería de nacer, no Señor, no debería..."

Después del parto...

-"Esa niña y su madre sólo van a causar problemas."

Así de insoportable se puso que mi madre se mudó con su hermano. ¿Y saben cuál es la primera frase que recuerdo de mi abuela?: "Ay, qué niña "taaaan" linda, seguro y es igualita a mí."
Dios me libre.

¿Y mi padre? Nunca se dio cuenta, y en los momentos donde uno se lo insinuaba se ponía a defender a su madre con uñas y dientes mientras su esposa y su hija eran... tratadas de la mejor manera posible.

Me dirán que estoy mintiendo porque yo no estaba en esos momentos y, por ende, no podría haber oído semejantes cosas... pero mis tíos, tanto paternos como maternos, sí estaban ahí y sí estaban felices de contarme (léase que me escondí en un armario y los oí hablar). Encima, a mi abuela a veces se le escapan uno que otro "cumplido" para mi madre conmigo presente, a pesar de sus tanto intentos de ser un ángel ante mis ojos, cosa que sí funcionaba cuando era una chiquilla y no entendía nada, pero ahora...

Ahora me río, me carcajeo y me regodeo.

Joder, con familia como ésta para qué carajo quiero enemigos.

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