miércoles, 26 de enero de 2011

"La historia de mi vida" nominada a los pemios Oscar.

¿Adivinen quién sacó veinte en matemática y se va a poner a restregárselos en la cara para hacer que se sientan peor y me odien más mientras ese quién se va a comer una hamburguesa y ustedes no?


¡Yo!

No se los digo para "sifrinearlo", sino para ver a quién demonio le interesa si saco veinte o cero uno, a nadie, ¿cierto? ¿CIERTO? (ustedes sólo digan sí y todos felices).

A este punto deberían saber que estoy en Humanidades. En uno de mis primeros días nos sentamos la mayoría de las chicas juntas a chismear/hablar mal de la gente/pelar bola. Toda la conversación se desvía hacía: "con qué padre vives". Si bien yo entiendo que el divorcio es de lo más normal ahora también lo es que las parejas sigan "merry go round, happy and together" por la vida.

Una empieza a hablar sobre cómo su padre no la oye, que no ha visto a su madre en un buen tiempo y que sólo su madrastra la comprende. La otra que su madre es su mejor amiga que que su padre nada que ver y otra más que tiene más o menos armonía en su hogar y bla bla blá.

Una de mis mejores amigas, Viviana, tiene a sus padres separados pero ella no se lo dice a la primera persona que le pasa por enfrente. Nuestras amigas y yo lo sabemos porque llevamos años de amistad (desde kínder y primer grado), no porque Viviana sacara el tema cada dos por tres. Si bien si hablaba de eso rara vez tampoco era el plato principal de la conversación.

Otra de ellas, Casandra también tiene a sus padres separados pero tampoco hablamos de eso. ¿Por qué? Porque, personalmente, no son mis padres, ergo, no son mis problemas. Uno les da apoyo y todo a los amigos, pero hay que saber hasta dónde se mete la nariz.

La verdad, la que más ha salido visiblemente afectada por la situación paterna creo que he sido yo, y ellos siguen tan juntos como cuando se casaron. ¿Les interesa? Lástima, no son sus padres, lol. Claro que les puedo decir que mi madre de vez en vez exclama algo como "él no era así" y termina cantando "él me mintió" (¿de quién? ni idea).

Yo sé, yo sé, que hay gente para todo (y cuando digo todo, es todo) y nunca van a ser todos iguales pero no le veo razón a contar a ¡oh-tan-lacrimógena! historia de la vida de sus padres, no la de ellos mismos, no, la de sus padres, a gente que de verdad no le importa. Deben de haber dos o tres personas, tal vez más, que les interese oír (sin tomar en cuenta a los que oyen sólo por enterarse de chisme), pero yo preferiría mantenerme lejos de donde de verdad sé que nunca me van a llamar.

Volviendo a la conversación de antes, donde todas estaban hablando del divorcio y eso, Cristina (que tenía ya tiempillo sin aparecer) se gira y me pregunta:

Cristina: y tú, chama, osea ¿con cuál de tus padres vives?

Por un segundo nadie dice nada y yo quedo, como es habitual, descolocada. Viviana parece querer decir algo en ese momento pero yo respondo dubitativa:

Sandra: Ellos... viven juntos.

Otra del grupo pregunta que cómo hacían para soportar el divorcio si estaban bajo un mismo techo...

Sandra: (what the fuck?) Mis padres... siguen casados, gracias.

Sara, una de las nuevas, dice que sus padres también viven juntos. Ambas nos miramos incómodas y decidimos mantenernos fuera de la conversación. Me cruzo el corazón (mi forma de decir que juro algo) al decir que en ese momento me sentí mal porque mis padres siguiesen juntos. Si yo fuese cualquier otra persona hubiese dicho que tuve una epifanía y empezaría a aprovechar la oportunidad que Dios me dio para disfrutar la felicidad de la relación de mis padres...

Pero como soy yo, digo: "Ey, debería haber una página donde se pudiese poner los momentos más... "¿qué mierda?" del 2010, porque aquí tengo uno de lo primeros lugares."

Ahora dejemos de hablar de padres ajenos para hablar de la vida privada de otros, shall we?

Por alguna razón a las mismas chicas de Humanidades les gusta hablar también de su vida privada y compartirla con el mundo haciendo que deje de ser privada (así que dejémoslo sólo en "vida", a secas). No voy a negar que a veces sigo la conversación y hablo de lo más normal y eso pero otras veces creo que se pasan o que no creo que tengan la suficiente confianza conmigo para hablar de eso.

No digo que no me guste o no acepte la confianza que me dan, la agradezco y todo, pero no las conozco desde hace mucho, seguro tienen a un par de amigas en las que confían mucho más y el hecho de que ya me sepa media vida de ellas me hace pensar muchas cosas, como que de verdad necesitan con urgencia sacar todos los problemas.

---Corte, id al baño ahora o nunca---------------------------------------------------------------

Para lo que me quieran decir hipócrita: Adelante, lo soy y no lo niego, pero entiendan (si os da la gana) que yo escribo por mera diversión mía y de otros y si no se han dado cuenta cambio nombres para mantener a la gente en el anonimato, que es donde deberían estar.

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Por supuesto que uno le quiere contar la vida a los amigos porque... (se supone que había una razón supuestamente interesante y "cute" pero no, no la hay). Y eso está bien.

Yo sé que Adela es bailaora de flamenco, que Viviana y Casandra son bailarinas y que Susana fue bailarina, jugó futbol (kickimbol, voleyball y quién sabe qué más) y que ahora tiene un hermanito, y ellas saben que yo sí soy una pelabolas hecha y derecha (además de ser una escoria de la vida a medio tiempo y sin cobrar), que leo demasiado y desperdicio mi vida con los videojuegos.

Pero, como dije anteriormente, creo que hay que saber hasta dónde meter la nariz y dejar a cada quien con lo suyo y dar apoyo cuando sea necesario.

Porque por muy triste que sea tu historia y por mucho que la cuentes, ey, nadie la va a llevar a una cartelera de cine ni la va a adpatar a un libro a menos que de verdad pase algo que merezca la pena saber y publicar al mundo.

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